Ventosas
Ventosas
Las Ventosas (Bá Guàn 拔罐 en chino, Cupping en inglés) es una técnica milenaria de la Medicina Tradicional China (MTC), que consiste en utilizar unas ventosas haciendo que se peguen al cuerpo haciendo el vacío, ya sea por la acción del fuego (拔火罐 Bá Huǒ Guàn) o por la acción mecánica de las ventosas neumáticas.
Indicaciones de las Ventosas:
Problemas musculares (especialmente contracturas)
Celulitis, retención de líquidos
Ayuda a la pérdida de peso, ya que estimula el metabolismo
Alivia el estrés y la ansiedad
Enfermedades respiratorias
Mejora la circulación sanguínea y linfática, ayuda a eliminar toxinas
El uso terapéutico de las ventosas no es exclusivo de la Medicina China, y hay constancia de que fueron también utilizadas por los egipcios, griegos y árabes, así como en Europa durante la Edad Media. Hoy en día, siguen siendo utilizadas ampliamente en la mayoría de medicinas tradicionales orientales. A lo largo de la historia se han utilizado muchos tipos de ventosas: bambú, arcilla, vidrio, bronce, cerámica… Hoy en día las más habituales son de vidrio o plástico.
La succión producida por la ventosa provoca un aumento de la irrigación sanguínea en la zona, estimulando la circulación sanguínea y linfática, así como el metabolismo celular (aporta nutrientes y oxígeno), activando el sistema inmunitario (aporta leucocitos a los tejidos), y desencadenando un proceso depurativo (eliminación de toxinas).
Tratamiento con ventosas chinas
Desde el punto de vista de la MTC, las ventosas se utilizan para restaurar el flujo de Qi y Sangre cuando estos están estancados u obstruidos, así como para eliminar excesos. En este último sentido, se utilizan especialmente cuando hay dolor causado por un “factor patógeno externo” (Viento, Frío y/o Humedad). Pueden utilizarse de manera estática sobre puntos concretos, o dinámicamente siguiendo el recorrido de los meridianos.
El principal inconveniente de esta técnica es que deja unas marcas circulares allá donde se hayan aplicado ventosas estáticas. Estos hematomas son normales (y deseables), pero resultan muy poco estéticas y pueden tardar días (e incluso semanas) en desaparecer.